Un proyecto del programa RALBAR fusiona saber, sabor y salud detrás de la Cecina de León

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Un proyecto del programa RALBAR fusiona saber, sabor y salud detrás de la Cecina de León

Daniela Solo de Zaldívar, doctoranda en Ciencias Veterinarias y de los Alimentos, con una beca de ULE y Fundación Banco Sabadell, desarrolla en la localidad de Geras un proyecto de investigación y divulgación entorno a la fabricación de este embutido.

En el corazón de la provincia de León, entre los parajes montañosos y las calles del pueblo de Geras, en el municipio de La Pola de Gordón, una joven estudiante brasileña desarrolla durante estos meses de julio y agosto un proyecto dinamizador e innovador para el entorno rural que une historia, tradición y ciencia. Daniela Cristina Solo de Zaldívar Ribeiro, quien realiza su doctorado en Ciencias Veterinarias y de los Alimentos en la Universidad de León, ha encontrado en la beca RALBAR una oportunidad única de acercar la ciencia al mundo rural, colaborando estrechamente con la industria local Embutidos Entrepeñas.

“He venido desde Brasil gracias a la beca TalentUnileon y, ahora, con el apoyo de la Fundación Banco Sabadell y la Universidad de León, estoy desarrollando un proyecto relacionado con la cecina de León”, comenta esta joven investigadora que recuerda que la cecina, al igual que otros embutidos, “ha sido fabricada artesanalmente en los pueblos de León a lo largo de la historia, pero con la industrialización, muchos aspectos del proceso tradicional han cambiado”.

El proyecto de Daniela Solo de Zaldivar no se limita únicamente a estudiar la cecina como un alimento. Su enfoque va más allá puesto que explora el papel de los microorganismos, especialmente los hongos, en la transformación de los alimentos, aportando el sabor y aroma tan característicos de la cecina. “La historia detrás de la fabricación de la cecina, así como la contribución de los hongos, es uno de los desafíos clave de mi investigación”, explica. Esta labor no solo tiene un impacto académico, sino también comunitario, ya que ha trabajado en la organización de actividades para transmitir el conocimiento a los habitantes de Geras.

Desde julio, se ha lanzado en el pueblo el concurso de fotografía titulado ‘Reviviendo la historia’, donde los participantes deben reproducir escenas antiguas de la fabricación de embutidos, enmarcadas en un decorado auténtico montado con prendas y accesorios históricos. Además de este concurso, ha impulsado una serie de eventos que buscan hacer partícipe a la comunidad. “Estamos organizando visitas guiadas con degustaciones de productos, talleres sobre la fabricación de embutidos y charlas sobre seguridad alimentaria. También hablaremos sobre el papel de los hongos en la producción de ciertos alimentos”.

A través de su propuesta ‘Cecina Ciencia’, Daniela Solo busca desentrañar y contar la ciencia detrás de la cecina a través de redes sociales. “Por medio del perfil de Instagram @elsabordelsaber_ralbar, queremos fortalecer lo que llamamos los tres S: saber, sabor y salud. Es una forma de llevar la ciencia a las personas, compartir lo que he aprendido y seguir aprendiendo con la historia de la Cecina de León y los pequeños pueblos en España”.

Para Daniela Solo, esta experiencia está siendo más que una simple investigación doctoral. Es una oportunidad única que le ha permitido acercarse a la cultura rural leonesa y contribuir al desarrollo de estas pequeñas comunidades. “La experiencia en el Programa RALBAR es única y, sin duda, inolvidable. Son apenas dos meses, pero son muy intensos”, asegura al tiempo que valora “el esfuerzo de mucha gente desde compañeros del grupo de investigación a residentes del pueblo por llevar a cabo el proyecto, y es muy gratificante. Recomiendo esta experiencia a otros estudiantes y, sin duda, repetiría si tuviera la oportunidad”.

El trabajo de Daniela Solo en Geras está contribuyendo no solo al desarrollo de su investigación, sino también al impulso de la vida cultural y económica del pueblo. Con actividades dinámicas e interactivas, la beca RALBAR está logrando que la ciencia llegue a rincones a los que antes no se había proporcionado. “La beca RALBAR no solo es una oportunidad de aprendizaje académico, sino también de experiencia personal”, concluye. “Es una forma de propiciar el desarrollo del entorno rural mediante la interacción con la comunidad, el rescate de tradiciones y el compartir conocimiento”.

DESARROLLO SOSTENIBLE EN LOS ENTORNOS RURALES

Las becas RALBAR desean fomentar que los jóvenes se impliquen en la búsqueda de opciones para un desarrollo sostenible en los entornos rurales y, a la vez, adquieran una conexión emocional con ellos, concibiéndolos como lugares en los que poder desarrollar proyectos laborales y vitales. La Universidad de León (ULE), con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, convocó este año la cuarta edición de estas becas consistentes en la realización de prácticas extracurriculares estivales en municipios rurales de la provincia de León, destinadas a la ejecución de proyectos de dinamización territorial que contribuyan a activar estos espacios social, económica o culturalmente, en colaboración con empresas, entidades o instituciones locales.

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