«Desde mi casa»: carta de un alcalde a sus vecinos
En este momento en que llevamos más de cinco semanas de confinamiento, quiero llegar a vosotros, a través de estos renglones, para manifestaros la cercanía de toda la Corporación Municipal del Ayuntamiento de San Justo de la Vega. En estos días de clausura, que no de soledad, hemos vivido historias tan diferentes como distintos somos unos de otros. Esta pandemia ha hecho que estemos más unidos que nunca y la unión nos ha llevado a ser más humanos y solidarios, ha conseguido que aflore la valentía que hay en cada uno de nosotros y ha hecho que hablemos
con nuestros familiares y amigos con más frecuencia que de costumbre; ha causado dolor, mucho dolor y ha golpeado fuerte, durísimo, en lo más profundo de nuestro corazón.
El COVID-19 se ha ensañado con lo mejor que tenemos en nuestros pueblos: la gente mayor. Esa generación que ha construido y nos ha legado la España que conocemos. Esa generación que, de pequeños, trabajaron para sus padres y, de adultos, para sus hijos. Nunca se escuchó una queja de su boca y su rostro era fiel reflejo de la serenidad y la tranquilidad que da el convencimiento del trabajo bien hecho. Desde mi responsabilidad como alcalde quiero, en nombre de todos los habitantes del municipio de San Justo de la Vega, decirles: “gracias, gracias y gracias por lo que fuisteis
y sois.”
Quiero extender ese agradecimiento a todos los vecinos del municipio que, con su conducta ejemplar, contribuyen a luchar contra el virus quedándose en sus casas. A los servicios sanitarios. Al Cartero. A todos los que regentan sus negocios en nuestro municipio y hacen que, con su esfuerzo y dedicación, nuestra vida hogareña sea más llevadera. A los empleados municipales: a los de los despachos y a los que trabajan desinfectando tres veces por semana las calles de nuestros pueblos y, a diario, donde más se necesita. No me puedo olvidar de la residencia de mayores “Prazadiel” que ha sufrido con mayor dureza, si cabe, el zarpazo de la pandemia; a los residentes los tenemos en nuestro pensamiento y a sus trabajadores les agradecemos su entrega abnegada y el gran trabajo que desarrollan con ellos, pagándolo en no pocas ocasiones con su salud.
GRACIAS DE CORAZÓN.
En estos momentos, en los que hemos visto que por encima de todo la salud, la familia y los amigos son los auténticos tesoros de los que podemos alardear, quiero despedirme parafraseando a Cervantes cuando pone en boca de Don Quijote: “Cuando entras en el corazón de un amigo, no importa el lugar que ocupes, lo importante es que nunca salgas de ahí.”
Juan Carlos Rodríguez Rubio, alcalde.