Los movimientos sociales por el ferrocarril de la Ruta de la Plata califican el estudio de viabilidad de engaño para ocultar la falta de inversión
Los movimientos sociales por el ferrocarril de la Ruta de la Plata califican el estudio de viabilidad de engaño para ocultar la falta de inversión
Corredor Oeste considera el estudio de viabilidad como una tomadura de pelo, utilizado como un elemento más de propaganda para no hacer nada y tener a los ciudadanos engañados. El anuncio del Gobierno se hace “casualmente” a cuatro días de celebrarse las concentraciones en todo el oeste de España y contraprogramar a los movimientos ciudadanos, algo que ha indignado a los colectivos. El estudio de “viabilidad” es muy negativo para los intereses del oeste de España dado que no valora ni factores sociales, ni territoriales, ni de despoblación; tan sólo cuestiones económicas y técnicas en la que salen muy mal paradas todas las provincias afectadas. El Gobierno repite el error y la discriminación que ya perpetró en 1985.
Todas las organizaciones que convocan la manifestación del próximo domingo en el oeste de España han valorado como una maniobra dilatoria este estudio, que “casualmente” se anuncia días antes de las movilizaciones ciudadanas. No sólo no logrará desmovilizar a la gente sino todo lo contrario, puesto que este estudio comete los mismos errores que en 1985 cuando se cerró la línea al no valorar cuestiones sociales, territoriales o de despoblación.
Este es un intento de vender un estudio mediáticamente como algo bueno e intentando acallar a los colectivos ciudadanos. Pero lejos de satisfacer a nadie, salvo a la empresa contratada para hacer el estudio, Corredor Oeste y los demás colectivos consideran que ese estudio de “viabilidad” es una mala noticia para todo el oeste de España.
Casi 40 años después, el Gobierno repite el error y deja claro que, sin valorar los criterios sociales, territoriales o de despoblación no dará viabilidad ni para 2040 ni para 2050 a la Ruta de la Plata.
Algo que deja claro el estudio es que no hay voluntad política de agilizar ni plazos ni inversiones reales. El Gobierno no ha escuchado las peticiones de las instituciones del oeste de España, ni a la gente una vez más, lo que motiva más salir a las calles el próximo domingo día 21.