¿Qué hacer con la Casa Panero?

Tras una inversión, considerada por muchos astorganos desorbitada y fruto de los delirios de grandeza del PSOE de Perandones, la Casa Panero se encuentra sin una actividad concreta, lo cual es visto como un «despilfarro de dinero público».

En una actitud que se puede «considerar de valiente» y, sobre todo, «realista», el actual equipo de gobierno municipal ha considerado muy interesante el realizar alguna actividad cultural en la misma unido a la próxima celebración de Halloween, al igual que lo están realizando algunos museos reconocidos a nivel nacional e internacional como el Museo del Prado o el Museo de Arte Contemporáneo. «Es una forma de acercar a los más pequeños al patrimonio cultural de Astorga y de dar utilidad a la enorme cantidad de dinero público que se dedicó a su restauración y que los astorganos consideran que es dinero despilfarrado», indican a este medio desde la Concejalía de juventud, infancia, deporte base y fiestas del Ayuntamiento de Astorga dirigida por Borja González.

Un edificio que no es percibido por muchos astorganos «como suyo», ajeno a la «vida diaria de la ciudad» y que con esta actividad que realiza el Ayuntamiento astorgano persigue dos objetivos claros, por un lado dar utilidad a unos desembolsos de dinero público que actualmente no tienen ningún tipo de uso y, por otro, acercar a los más pequeños de la ciudad a conocer más de la historia y cultura de Astorga a través de una actividad lúdica y amena.

La Asociación de la Casa Panero, con ciertas afinidades políticas, ha promovido un manifiesto en contra de una actividad que han «vendido» como lúdica cuando es una actividad cultural, que persigue poner en contacto a los astorganos y astorganas con su patrimonio cultural y al cual se han adherido diferentes personajes de la cultura a nivel nacional que desconocen por completo lo que es y donde se ubica la Casa Panero y lo que realmente se va a realizar en ella, lo mismo que museos o castillos a lo largo de la geografía española.

También desconocen el «día a día» de este proyecto que, naciendo ya en 2003, se ha convertido con el tiempo en un «mausoleo» donde se invertía dinero público por interés cuando un partido político era el que ostentaba la alcaldía de la ciudad mientras que «miraba para otro lado» cuando era oposición.

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